¿Cómo están los lazos familiares para enfrentar el aislamiento?

Los matrimonios tienen un desafío durante los días de cuarentena. También las personas que viven solas y los adultos mayores. Los expertos proponen desde metas y objetivos diarios hasta un análisis de cómo estaba la relación antes del aislamiento. Concluyen de que esta es una oportunidad para un cambio.

En estos momentos de crisis pueden ocurrir dos cosas en la sociedad. Esa es una de las reflexiones de la psicóloga y terapeuta familiar María Elena Brito, vecina de la González Suárez. La primera (y tal vez la más positiva) es que se fortalezcan los lazos y la segunda, que se rompan.

El aislamiento, para enfrentar al coronavirus, evidenciará cómo están los vínculos dentro de casa. En otros países, además del impacto sanitario y económico se han registrado —por ejemplo— el aumento de divorcios. La cuarentena ha forzado, para bien y para mal, ha convivir con la pareja, hijos y otros familiares 24 horas al día. Y este 20 de marzo del 2020 apenas está en los primeros días; no hay una fecha para salir del aislamiento.

“En la sociedad pueden quebrarse más los matrimonios que ya estaban rotos o saldrán fortalecidos si hay generosidad. El egoísmo o la falta de amor nos ha llevado al lugar al que estamos”, aclara la psicóloga, quien lleva 25 años ejerciendo su profesión.

La respuesta fácil —explica Brito— es culpar a la pareja cuando realmente tiene que ver con uno. Se acusa al otro porque es más fácil. También es fácil salir a la calle, al trabajo porque es una forma de huir y “evitar los roles que debe asumir en casa como esposos o como padres”, asegura la terapeuta familiar.

Cuando tomo conciencia de que es mi vida la que cuido (y nadie más) entonces es un momento de conocerme y reconocerme.

En la situación actual las parejas concentran toda su atención en las cosas que ocurren en casa, incluso en las más mínimas. Nacen puntos de vista distintos sobre cómo resolver problemas. El País de España recogió un fenómeno que ocurrió en China luego de la cuarentena: “A causa de la epidemia, muchas parejas han estado juntas en casa durante más de un mes, lo que sacó a la superficie conflictos que permanecían escondidos”, explicó un funcionario chino.

Ese es un riesgo, que puede ocurrir, pero también un cambio en positivo. “El aislamiento es una oportunidad para generar lazos de diálogo”, apunta Carla Soria, quien es mental coach desde hace dos años.

“La separación social, que seguramente afectará mucho a la economía, ayudará a las relaciones humanas con las personas que amamos”.

¿Qué hacer? María Elena Brito sugiere meditar. En YouTube existen canales para el efecto y para los creyentes rezar.

Pero hay más cosas por hacer. Tener una rutina es importante para enfrentar el día a día. La terapeuta familiar sugiere metas y tareas diarias en casa:

1. Traten de aprender inglés u otro idioma.
2. Hagan cosas manuales: arreglar un mueble; una mesa por ejemplo.
3. Cocinen platos ricos diferentes.
4. Vean una sola vez al día las noticias, no se contaminen de tanta información.
5. Hagan rutina de ejercicio de por lo menos 40 minutos.
6. Realicen 30 minutos de oración o meditación.
7. Disfruten de una buena película.
8. Trabajen de 5 a 6 horas.

Los días de aislamiento implican, según Soria, una reorganización mental. Y concuerda con Brito en que debe existir una planificación diaria de los miembros del hogar. Añade que se debe estructurar la alimentación, cinco veces al día y delimitar el teletrabajo.

En estos procesos de aislamientos en un departamento nos puede llegar momentos de aburrimiento que nos llevarán a la ansiedad, al miedo, al pánico, a ideas negativas. El objetivo es mantenernos en actividades que ocupen el cerebro y el cuerpo y así permitan afrontar el día a día.

Carla Soria, metal coach.

Es una tarea de pareja. Aunque la psicóloga infantil Rosa Andrade sabe que los papás, en términos generales, tendrán la oportunidad de acercarse más a sus hijos. “Regularmente las mamás están más apegadas a los niños; ellas ahora deben guiar a sus parejas”, sostiene la especialista.

El aislamiento familiar impone un reto interesante: asumir el rol al cien por ciento de padres, amigos, acompañantes. Así lo ve la mental coach Carla Soria. “Se generarán lazos. Ahora mismo se debe conversar sobre las sensaciones y emociones que provoca en papás e hijos la situación con el coronavirus”. Para Soria esta es una oportunidad de diálogo para restablecer relaciones.

En el barrio se han apreciado evidencias. En los balcones, e incluso en las terrazas, se ven a los padres jugando con los niños o paseando bebés en coches. Pero va más allá. Los niños también deben asumir tareas que antes realizaban otras personas.

“Cada uno puede aprender, por ejemplo, a lavar su ropa; cosas súper simples. A los niños les ayuda un montón y les entretiene y no están en su rutina regular”, sostiene María Elena Brito, psicóloga y terapeuta familiar.

Un riesgo que puede ocurrir bajo el techo es que tanto papás e hijos se auto aíslen frente a las pantallas de sus teléfonos. “Eso también es huir y no asumir el rol de papás”, concluye Brito.

Una de las sugerencias es que se establezcan tiempos de uso de los dispositivos móviles. La ventaja es que los horarios de estudio ya están establecidos por las escuelas. A los padres les toca involucrarse en el seguimiento de las tareas y ahí está el desafío. En el día a día los deberes, en muchos casos, eran asistidos por otras personas; ahora es responsabilidad de los padres. Es una oportunidad única para apoyar a los hijos, si es que antes no se lo hacía.

Uno debe aprender a convivir con sus propios demonios. Regularmente quienes deciden vivir solos en un departamento saben sus pros y contras. Quienes asumen la idea y están tranquilos, disfrutan de su espacio, de sus tiempos y responsabilidades. Suele ser más complejo que se adapten a una segunda persona cuando llega el tiempo de compartir.

Pero se requiere una reflexión extra si “estar solo” es solo una etiqueta y durante el día se necesita compañía para evitar la soledad.

“Existen problemas con aquellos que no pueden aprender a estar solos en estos momentos de cuarentena”, asegura María Elena Brito. Esas personas —continúa— siempre huyen y quieren salir corriendo. “Las personas que no pueden vivir solas no han hecho sus procesos, entonces no se aguantan”.

Nuevamente, Brito recomienda la reflexión mediante la meditación como punto de partida y, al igual que todas las personas en cuarentena, cumplir tareas y metas diarias.

¿Cuántos días puede un ser humano aguantar encerrado? La mental coach Carla Soria responde que depende mucho del carácter, estado anímico y mental de la persona. Si era muy depresiva antes de la emergencia o se aburrirían fácilmente, será muy difícil que logre estar en aislamiento y por eso es necesario generar actividades diarias para el cerebro y cuerpo.

No hay número mágico de días para resistir el aislamiento, más bien se vincula a actividades que nos permitan enfrentar el encierro y así evitar el miedo y resistir los días que debamos por responsabilidad con las personas que amamos.

En general no. Aumentan las precauciones porque son un grupo vulnerable. Los adultos mayores de la González Suárez o Quito Tenis tienen personas que cuidan de ellos en muchos de los casos. Su rutina es distinta a quienes tienen 40, 50 ó 60 años de edad. Las personas sobre los 65 años tienen, en general, una vida más tranquila.

Tienen rutinas establecidas que van desde alimentarse, leer, ver televisión o hablar al teléfono. Antes de la emergencia se alteraban con la visita de familiares una o dos veces a la semana. Esta cotidianidad conoce María Elena Brito, quien hace acompañamiento a adultos mayores a domicilio. Esas costumbres son más regulares en personas sobre los 70 años.

En el 2019, el colectivo Somos Barrio realizó un censo en la avenida González Suárez y 8 calles aledañas. Contabilizaron 4895 habitantes, 1098 son de la tercera edad y 405 niños. Viven en 2839 departamentos y 90 casas. No son datos totales del sector ni oficiales, pero dan una idea general de cómo está repartida la población del barrio.

El 22,43% de las personas censadas tiene más de 65 años. Es importante saber en cada edificio cuántas personas necesitan ayuda. De hecho, la propia Carla Soria impulsa en su condominio la idea de que los más jóvenes ayuden a realizar las compras en caso de que lo requieran. “Ellos ya estaban, de cierta manera alejados de las actividades diarias, entonces solo hay que reforzar las prevenciones para las personas que dan asistencia”, explica la mental coach.

Los familiares deben mantenerse alejados y comunicarse por medios virtuales como videollamadas. Así lo sugieren las expertas.

¿Se debe hablar de la situación?

María Elena vive en la Manuel Barreto y conoce el caso de una persona de 94 que está consciente de la situación y ha expresado que no quiere que la visiten porque sabe que es un riesgo para su salud.

“Es importante que conozcan lo que pasa, pero tampoco es necesario que sepan a profundidad porque les puede alterar emocionalmente”, responde Brito. Insiste que los familiares deben acompañarlos mediante videollamada y hablar sin exagerar sobre la pandemia para no alarmarlos porque no les sirve tener más ansiedad.

El cuento Rosa Contra el Virus, que regularmente se lee a niños, también se puede compartir con los adultos mayores. “Es una buena forma de explicar lo que ocurre”, asegura Soria. Y, para pasar el tiempo, propone a las personas que los asisten, jugar juegos de mesa. Eso distrae y evita caer en preocupaciones y miedos.

Paola Navas Sarmiento es especialista en gestión del cambio, la creatividad y la inteligencia emocional y coach certificada internacionalmente por la International Coach Federation (ICF). Decidió apoyar a los vecinos desde sus conocimientos.

Propone que el miedo se reemplace por confianza. ¿Cómo hacerlo? Preparó un video y lo compartió.