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¿Cuánto ha crecido la tendencia de los co-workings en el mundo?

Tsohe co-working. Foto de Rubiyj

Cada vez hay más espacios de ‘co-working’ en las ciudades, es una tendencia. Sobre todo en las urbes grandes y en las capitales. Pululan por doquier para abastecer al creciente mercado de trabajadores ‘remotos’ o ‘freelance’. Según la ‘Global Coworking Survey’ —desarrollada por Deskmag— el número de espacios de trabajo colaborativo creció un 22% en el último año.

Si en 2016 habían 11.300 lugares de este tipo, en 2017 ya llegan a 13.800. Y lo mismo sucedió con el número de usuarios. Entre un año y otro los miembros de espacios de ‘co-working‘ registrados a escala mundial pasaron de 835.000 a 1’180.000. Un incremento del 41%. 

Una tendencia que continuará a futuro

Es lo que consta el último estudio publicado por Emergent Research. Así se estima que para el 2020 existirán cerca de 26.000 espacios de esta índole. Lo que obedece al aumento de profesionales autónomos e independientes. Se trata de una ‘camada’ de trabajadores que han debido adaptarse a las crisis económicas e inestabilidad laborar de los últimos tiempos. 

Y como todo sector auge el ‘co-working’ es un ente con ‘vida propia’. Porque ha crecido y mutado en variadas formas. Por efecto de la demanda, las cambiantes tendencias globales y los esfuerzos de satisfacer las necesidades especificas de los usuarios-clientes. 

Hay un antes y un después. Primero fueron las viejas casonas y edificios adaptados para profesionales con un prototipo más bien creativo [diseñadores, publicistas…]. Ahora, el ‘co-working’ abarca más: espacios ultra modernos, conexión de máxima velocidad e incluso la opción de trasladarse —por un tiempo— a cualquier parte del planeta.  

El servicio del ‘co-working’ se extiende a otros sitios

La última tendencia en lo que a trabajo colaborativo suma esta variable. Los viajes. Una alternativa que busca satisfacer a un nuevo tipo de profesionales: los que en un artículo de The New York Times se describen como ‘nómadas digitales’. Son los trabajadores que pueden ejecutar sus tareas en remoto [les basta una laptop] y que además se reconocen como trotamundos. 

Existen al menos una docena de ‘start ups‘ que han empezado a ofrecer servicios de ‘co-working’ alrededor del mundo. Los que se apuntan a estos programas pasan de vivir [y trabajar] en un acogedor departamento en el barrio de Palermo en Buenos Aires, a establecerse el siguiente mes en una paradisiaca villa en Balí. Empresas como Unsettled, Nomad List, Remote Year, entre otros, proponen esta clase de experiencias. 

¿Qué es el ‘coffice’?

En este sentido, el ‘co-working’ se trata —cada vez más— de experiencias que únicamente de espacios. Un ejemplo es el nacimiento del ‘coffice’. Un híbrido de las cafeterías [tan apetecidas entre los trabajadores independientes] y la oficina en espacio compartido.

Una muestra de esta tendencia es La Piscine, el primer ‘coffice’ de Madrid. Se paga por el tiempo de estancia [lo mínimo es una hora a aproximadamente 5 dólares] y no es necesario reservar con anticipación. Además, existe la posibilidad de contactar con otros miembros de la comunidad. 

Es una arista que se enmarca en las tendencias de trabajo colaborativo que ‘Coworking Spain’ prevé para el 2018. En el caso de la plataforma española, se destaca la importancia del diseño de experiencia del usuario para atraer más ‘coworkers’.

También del auge de lugares con propensión a la especialización [según profesiones] y preocupados por el impacto social en sus comunidades. Otra previsión hace alusión a la entrada al mercado de espacios grandes de ‘co-working’, de más de 200 miembros.

La tendencia llegó a Quito

En América Latina iniciativas de este tipo van ganando fuerza en las principales ciudades. Buenos Aires, Ciudad de México, Santiago, Lima, Quito…

En la capital ecuatoriana hay al menos una veintena de lugares de trabajo colaborativo. Hasta junio de 2016, el Ciespal contabilizó 23. Y el portal global CoWorker identifica 20. Está la comunidad de Impaqto que se autodefine como un “laboratorio de emprendimiento” y que tiene varias sedes. Otra alternativa es WorkingUp que incorpora una ‘napping room’ y una sala de juegos. Innova Center y Yatra Inbound Marketing, por su parte, se especializa en Marketing Digital. Hay también propuestas más de nicho o que apuestan por el diseño como La Casa Mutante, Muyu, Rocket Lab, Buen Trip Hub, Kruger Labs, entre otros. 

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Escrito por Gabriela Balarezo

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