PRESENTACIÓN

Unificar criterios dentro de un medio de comunicación. Esa es la principal razón para crear una gruía de redacción, edición y estilo. Sin embargo, las recomendaciones deben ser pensadas en función de la experiencia de uso del lector. Esa es quizás la principal característica y/o diferencia entre un manual de estilo de un medio de comunicación tradicional y uno nuevo, de perfil digital, como UNOTRES.

Es aún más importante tener una guía de redacción para la web si el contenido que se crea tiene un vínculo especial con la comunidad. UNOSTRES es un medio que trabaja con periodismo hiperlocal y necesita tener un lenguaje digital preciso y claro, pero también debe promover el correcto uso de las técnicas sugeridas por profesionales en experiencia de usuario, como el propio Jacob Nielsen, experto en usabilidad de la web.

En ese sentido existen criterios que pueden ser acatados y reflexionados en la Redacción. Nielsen propone tres guías para escribir en la web:

  1. Ser sucinto: escribe no más de 50% del texto que usarías en una publicación impresa.
  2. Escribe para que sea escaneado: No obligues a los usuarios a leer largos bloques de texto.
  3. Usa hipertexto para desagregar información larga en múltiples páginas.

Los periodistas deben tomar en cuenta estas tres pautas en todo el proceso editorial, especialmente porque el usuario consume información en teléfonos celulares inteligentes. El concepto mobile first (móvil primero) debe ser debatido siempre con los reporteros. Cada periodista debe presumir que sus contenidos serán vistos primero en una pantalla pequeña, por lo cual –por ejemplo- los títulos no pueden ser largos. Un título largo y sin significado es una invitación para que el lector se vaya de la nota.

El reto de esta guía es que el autor encuentre mecanismos para atraer al lector e incluso comparta los contenidos en sus redes sociales. Esa acción solo se logrará si los artículos son entretenidos, útiles y bien escritos, en el sentido digital.

A los tres preceptos de Nielsen se puede sumar uno que puede resultar lógico para un medio hiperlocal: escribe para que el lector del barrio entienda tanto en forma como en contexto.

Este documento permite unificar criterios de escritura periodística y técnica. El periodismo enriquece las formas de redacción y lo técnico ayuda a estructurar mecanismos para que –entre otras cosas- el lector encuentre los textos en los buscadores.

Aparecen términos nuevos para periodistas tradicionales, uno de ellos SEO (Search Engine Optimization) que no es más que una optimización de los contenidos para los motores de búsqueda como Google. De hecho, muchas noticias se encuentran más a través de los buscadores que en sus propias páginas de origen. Esa premisa debe estar presente a la hora de pensar en la redacción y distribución del contenido.

En Internet nadie tiene la última palabra y por ende esta guía será un elemento de constante actualización. En ese mismo espíritu, las personas que conformamos UNOSTRES debemos ser lo suficiente flexibles para reedificar la guía cada vez que el usuario muestre una experiencia de consumo del contenido diferente.

Foto: Pixabay – arte Marcos Vaca M.

Perfil del usuario

La Internet cambió completamente la idea de cómo el usuario lee o consume información. Aquella costumbre de levantarse para revisar periódicos con una taza de café, escuchar el noticiero radial mientras se prepara el desayuno o ver el noticiero en un sillón en las primeras horas de la mañana se desvaneció.

Los medios tradicionales apostaban por generar su contenido para aprovechar la atención de su público. La web rompió el espacio y el tiempo que imponían las organizaciones de comunicación y ahora el usuario escoge cuánto, dónde y cómo satisfacer sus necesidades informativas. El cyber lector tiene características (que están en constante evolución) a medida que la tecnología abre otros caminos de consumo de información. Estos rasgos deben ser el fundamento para estructurar una guía de redacción de nuevos medios digitales.

Foto: Pixabay – arte Marcos Vaca M.
  1. Medio. El usuario escoge el medio y las plataformas para conseguir la información que necesita. La fidelidad se gana en el minuto a minuto, ya no en el día a día. El usuario puede saltar de un medio tradicional a una red social para confrontar informaciones. Las nuevas propuestas de contenido trabajan, como es nuestro caso, en ofrecer una lectura distinta y a la vez complementaria de la información para que el usuario considere el contenido como parte de su rutina mediática.
  2. Necesidad temática. El usuario tiene una necesidad de satisfacer su curiosidad, pero tiene sus propios gustos e intereses. La jerarquización de su línea de lectura es independiente de la agenda editorial del medio. UnosTres debe analizar cuál es esa necesidad temática para proponer a sus audiencias tópicos que puedan generar un consumo de información satisfactorio.
  3. Interacción. El contenido debe construirse para que el usuario tome la decisión de escoger sus caminos de lectura. La calidad de la información del sitio estará determinada por el nivel de interactividad que éste proponga. Asimismo, el lector calificará esa interactividad por las satisfacciones que obtenga. Los resultados se pueden medir con los comentarios, acciones en redes sociales y hasta propuestas para que el medio genere nuevos contenidos.
  4. Autonomía. El sitio tendrá una arquitectura de contenido propuesta desde la organización de comunicación. Sin embargo, está claro que el usuario tiene la libertad de navegar de una manera no lineal. La autonomía está vinculada con factores disímiles como fidelidad, experiencia de usuario, calidad de información. En el primer caso, el usuario siempre podrá buscar información incluso en la competencia. Es autónomo a la hora de escoger por dónde navegar dentro del sitio y autónomo de calificar la información que encuentra.
  5. Si bien el sitio está construido para que existan lecturas (profundas), el usuario puede elegir entre profundizar o solamente ‘pasearse’ por el sitio. La web debe ser satisfactoria para ambas alternativas del usuario.
  6. La tecnología ha medido cómo el usuario consume información. Los títulos pueden ser atractivos si en menos de un segundo atrapan al lector. El título compite con los gráficos. El usuario, al llegar a una página, realiza un escaneo en busca de atractivos. El reto es que el lector haga un ‘scroll down’ o un deslizamiento con el mouse hacia abajo para que vea de una manera integral el contenido y se quede con una pieza (multimedia e hipertextual).
  7. El diseño está marcado por las necesidades del usuario. El lector sin saberlo manda cómo debe estructurarse la web, incluso a la hora de pensar en qué dispositivo consume información. El usuario puede consumir el sitio en un celular en la mañana, durante el día en una computadora y en la noche en una tableta. Espera que la web esté disponible en donde él o ella requiera. El diseño debe ser tan imperceptible para que no cause ruido, sea intuitivo y así genere más tiempos de lectura y navegación.
  8. Jerarquización. El usuario selecciona qué verá primero. Pero, espera consumir, títulos, enlaces, párrafos, fotos, videos, gráficos, audios; el lector determinará qué va primero y cómo complementará la información de cada elemento.
  9. La jerarquización estará determinada por la escala de valores de cada usuario, por su edad y sus contextos. De esta manera, la administración del sitio deberá tomar en cuenta ese perfil para construir multimedia que pueda satisfacer las necesidades de la mayoría de sus usuarios. En definitiva, se debe estar consciente que no existe un solo perfil de usuario; conviven e interactúan muchos, aunque siempre predominará uno.
  10. El contenido marcará los niveles de lectura del usuario. Las nueve características anteriores tratarán de generar niveles de profundidad. El objetivo es que el sitio analice constantemente el perfil del usuario para promover la lectura en todas las capas de profundidad hipertextual.

Usabilidad de los contenidos escritos

El sitio web está pensado en forma y fondo para el usuario. La idea es complicar lo menos posible la experiencia del lector frente a los elementos que encuentra. Alcanzar niveles altos de usabilidad representa una experiencia de usuario placentera. La idea siempre será facilitar las cosas para generar, por ejemplo, interactividad con el sitio o –incluso- generar que el usuario regrese al sitio cada vez que necesite satisfacer una necesidad informativa.

UnosTres debe preguntarse siempre si cumple dos principios básicos de la usabilidad.

¿El lector aprende con los textos? Los usuarios deben quedarse con elementos de la narración, deben ser familiares y deben acercarse a sus contextos.
¿Es adaptable? El texto (en forma y fondo) debe fomentar el intercambio de información con la comunidad. Debe establecer un diálogo.
Pixabay – arte Marcos Vaca M.
  1. Simplicidad. El usuario de Internet es descomplicado. La saturación de información hará que UnosTres sea poco apreciado. Los textos deben ser claros e incluso breves. Los elementos multimedia deben ser un correlato del texto y deben estar optimizados para cada navegador y dispositivo. Lo simple debe estar combinado con lo limpio. Nada debe causar ruido, incluso los textos (cada frase debe tener menos de 20 palabras). Los incisos no ayudan en la usabilidad.
  2. Legible. La tipografía y sus colores deben aportar para la lectura, no entorpecer.
  3. Intuitivo. Si bien los lectores tienden a barrer el texto con la mirada, el sitio debe ser intuitivo para que el usuario no se pierda en la primera experiencia, que es el paso previo para provocar una lectura.
  4. De fácil ubicación. El usuario debe encontrar lo que quiere en lugares establecidos convencionalmente.
  5. Diseño claro. El texto debe estar en un contexto visual atractivo, claro y funcional. Los usuarios deben consumir el material en el dispositivo que prefieran. La lectura debe generar una experiencia placentera al ejecutar actividades interactivas.
  6. Funcional. Los lectores califican al sitio en la medida de que todo funcione a lo largo de su navegación. Cada vez que encuentre errores 404 valorará al sitio como una mala experiencia.
  7. Descriptivo. Los elementos multimedia e hipertextuales deben estar debidamente identificados de formas convencionales para que se diferencien de la narración textual.
  8. Procesos claros. El usuario siempre debe saber cómo navegar en el texto. Debe saber hacia dónde puede ir y cómo regresar.
  9. Descarga óptima. Las páginas, las imágenes, los videos, los audios deben mostrarse con rapidez y oportunidad. No deben ser muy pesados para que se ajusten a las posibilidades de uso de Internet del usuario.
  10. Ayuda y documentación. Las FAQs son usadas por el usuario por lo cual deben estar en sitios accesibles por el usuario. Las FAQs (siglas en inglés de Frequently Asked Questions o preguntas frecuentes).

El estilo

El idioma español es la herramienta que tiene el periodista para la redacción y edición de sus textos. Las palabras y oraciones deben apegarse a las normas gramaticales y ortográficas de la Real Academia de la Lengua. Sin embargo, al ser UNOSTRES un medio hiperlocal se puntualizará la forma correcta de utilizar palabras comunes.

  1. Las calles. Los nombres de las calles irán con mayúsculas, tal como consta en la nomenclatura municipal.
  2. Otros idiomas. Las palabras en idiomas diferentes al español irán en comilla simple y en cursiva.
  3. Los números. Se escribirá en letras del cero al nueve. A partir del 10 irá en números.
  4. Siglas. Se evitará el uso de siglas en los títulos. En el texto se escribirá con mayúsculas si la sigla tiene cuatro letras, si la sigla tiene cinco o más solo irá la primera con mayúscula.
  5. Horas. Se utilizará el modelo de 24 horas expresado en números.
  6. Adverbios de tiempo. Se evitará palabras temporales como ayer, hoy, mañana; es escribirá la fecha para facilitar al lector la ubicación temporal.

El hipertexto

El empoderamiento del usuario permite que este mismo construya su ruta de navegación dentro del sitio. El hipertexto, bien utilizado, genera un sitio web de calidad. Permite que el lector tenga contextos y más elementos para complementar la información primaria. Sin embargo, el hipertexto requiere una planificación arquitectónica del contenido, ya que –por ejemplo- promoverá la navegación no lineal.

En este sentido, el medio nativo digital deberá promover nuevas metodologías del proceso editorial que lo diferencie de las organizaciones tradicionales. En el sitio web se crean nodos para enlazar documentos (o páginas).

Foto: Pixabay – arte Marcos Vaca M.
  1. No linealidad. La hipertextualidad rompe el paradigma de la jerarquización de elementos de los medios impresos. En un sitio digital editorial, los lectores tienen la libertad de explorar los documentos que le permitan enriquecer su visión de un contenido. Incluso, pueden avanzar o retroceder para seguir con su aprendizaje.
  2. Profundidad. El hipertexto debe conectar con documentos que muestre material de referencia o especializado. Simplifica el texto primario, ya que evita la reescritura de contextos.
  3. Fragmentación. El usuario busca información concreta, el hipertexto permite conectar textos cortos; sin embargo, es necesaria la planificación y curaduría de la información que debe estar en la navegación no lineal.
  4. Calidad. El hipertexto es de calidad cuando también se fomenta la interactividad. El lector debe encontrar formas de participar en la construcción del contenido.
  5. Planificación. El proceso editorial digital siempre exigirá un plan narrativo y periodístico para organizar (y generar valor) la navegación que puede tener el lector.
  6. Investigación. La construcción del contenido hipertextual promueve una planificación y por ende una investigación de temática paralela que aporte o que refuerce el discurso principal.
  7. Estrategia. El periodista, debido a la navegación no lineal, puede promover que el lector sea activo en el consumo de información. Pero, además, puede fidelizarlo mediante acceso fácil a otras páginas y documentos.
  8. Abusos. El hipertexto no es lanzar enlaces sin ningún propósito. Tampoco será una carga visual para la lectura y siempre el usuario deberá saber hacia dónde va.
  9. Eficacia. Los nodos deben siempre terminar en un lugar útil y de fácil acceso y vinculación con el tema central.
  10. Hipermedia. El hipertexto enriquece tanto como la multimedialidad. Ambos deberán enriquecer el documento con códigos que no se yuxtaponen.
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La técnica de la pirámide invertida estaba sentenciada a morir. Sin embargo, la Internet ha impulsado –con ligeras variantes- su utilización en la construcción de textos lineales. ¿Por qué evitó la muerte? El lector ingresa a una noticia digital, escanea los elementos y si se engancha empieza a leer.

Jakob Nielsen, uno de los expertos más respetados en usabilidad, plantea un ligero cambio de la visión tradicional. Su propuesta es que el autor empiece un artículo con una conclusión. Después, la información más importante de apoyo y finalmente el contexto. El cambio leve está marcado en la ‘vieja’ forma de estructurar la pirámide invertida: lead, cuerpo, contexto y material importante secundario. Todo eso si se piensa en un artículo, de una sola página y de forma lineal.

Pero la construcción de una nota para el ambiente digital no queda solo en la pirámide invertida vertical, la importancia se extiende a la redacción del título y los párrafos con una pirámide invertida horizontal; que es quizás el punto de mayor atención para marcar una diferencia con textos para periódicos, por ejemplo.

Las propuestas permiten generar una guía de cómo estructurar y escribir el contenido para el usuario. No obstante, se debe pensar en el usuario, en cómo y dónde consume el contenido. Además, en CMS´s (administradores de contenido) como WordPress, existen plugins que permiten estructurar el texto desde la legibilidad hasta el SEO.

La redacción para medios digitales propone un ejercicio de estructuración diferente de los textos. No es lo mismo redactar para un periódico que para un sitio web, sin importar que sean de la misma casa editorial. Así, por ejemplo, las noticias creadas para un diario tienen una estructura lineal y en muchos casos sus elementos narrativos (título, sumario, epígrafe, cuerpo) necesitan de anclajes visuales como fotografías para entenderse.

En la web un título debe entenderse autónomamente de cualquier complemento.

Foto: Pixabay – arte Marcos Vaca M.
  1. Empezar por la conclusión. La pirámide invertida es entonces el mecanismo para construir una nota informativa en Internet; contesta las cinco preguntas: ¿qué? ¿cómo? ¿cuándo? ¿dónde? ¿por qué? En la web, el lector puede entender de forma clara, precisa y directa los datos básicos para enterarse de una noticia, por ejemplo. Pero, si en el primero escaneo el lector encuentra una conclusión captará la atención para el descenso. Vale la pena preguntarse, en función de la audiencia, si la reportería permite llegar a una conclusión que facilite el entendimiento. Un paso previo debe ser la búsqueda de las respuestas a las cinco W y así evitar que el lector se entere de qué se trata la historia hasta cinco o seis párrafos después.
  2. De izquierda a derecha. En los títulos se puede experimentar el concepto de pirámide invertida horizontal, es decir a la izquierda las palabras más fuertes (o ideas más fuertes). En este concepto, se sugiere apostar por palabras cortas, conocidas y precisas. La idea finalmente será lograr que el lector genere una imagen mental al leer las dos primeras palabras; es decir que estas tengan información. Es así que se descarta el uso de expresiones enlace o artículos; claro que eso queda a criterio del autor/editor.
  3. Los párrafos con doble fuerza. Si bien el lector fijará su mirada a la izquierda. Un párrafo también puede tener fuerza al final. Se puede arrancar con una buena cita, dejar una atribución al medio y finalizar con otra buena cita. Esto, de alguna manera, muta la pirámide invertida horizontal y le da una forma quizás rectangular de cada párrafo. Ver gráfico.

    Foto: Pixabay – arte Marcos Vaca M.
  4. La voz pasiva. La construcción de las oraciones puede variar de su forma activa, común en el idioma español. La voz pasiva lleva a la izquierda la fuerza de la oración y fuerza el punto anterior, de ir de izquierda a derecha. Pero, el autor debe explicitar quién es el sujeto de la acción ante los ojos del lector. Así, por ejemplo:
    Derrotados por un equipo de suplentes. Caras largas tenían los jugadores de la Selección ecuatoriana de fútbol tras perder la clasificación al Mundial de Rusia ante Argentina.
  5. Las palabras clave. Al responder las 6W, el autor puede encontrar palabras clave que a la vez pueden ser keyowords para SEO (Optimización de motores de búsqueda, por sus siglas en inglés) y la base de los títulos. Aún está en debate la densidad de uso para los motores de búsqueda. El uso de las palabras clave también ayuda a jerarquizar la información que puede utilizarse a lo largo de la estructura descendente y/o los subtemas interdependientes e independientes. Es importante aclarar que el uso de las palabras no significa repetirlas indiscriminadamente sin pensar en el lector.
  6. Los títulos. Las palabras clave ayudan a titular y a dar fuerza. Un titular tiene menos de un segundo de atención del usuario. Se descarta que tengan más de dos líneas (especialmente porque la lectura puede ser en un dispositivo móvil). Se sugiere no extenderse de los 55 caracteres.
    6.1. El estilo. Los títulos son el hipervínculo, el atractivo para que las personas den un clic. Los títulos deben actuar por sí solos; sin contextos (incluso visuales). Los keywords deben dar el contexto requerido y el anclaje para los buscadores. Los títulos no deben atarse a adverbios de tiempo, deben ser neutrales justamente para que cualquier persona entienda su temporalidad. Evitar, por ejemplo: Ayer, hubo un accidente en la avenida González Suárez.
  7. Las bajadas. Es un párrafo que acompaña al título y que resume el cuerpo de la nota. Su texto está muy aproximado al título y con palabras clave para reforzar el SEO (optimización en motores de búsqueda por sus siglas en inglés). Debe tener hasta 160 caracteres.
  8. No a la reiteración. La sumilla o bajada, por ejemplo, no deben repetir más de dos palabras clave ni repetir la misma información de un título. Nielsen dice: “usted tiene 4 palabras para ir al punto, así que use 4 palabras diferentes”. El título marca el punto de fuerza de la pirámide invertida. El lector puede descartar una lectura si encuentra las mismas palabras e ideas en los principales elementos de introducción al contenido.
  9. El cuerpo desagregado. La pirámide invertida vertical puede pensarse de tal forma que el usuario seleccione qué parte quiere leer. Puede tener otros dos niveles. El primero de ellos: un tema se divide en subtemas (con intertítulos), pero son interdependientes; es decir el lector no puede entenderlos como elementos únicos o como historias únicas. El segundo, fundamentado en la hipertextualidad, muestra un tema importante que se divide en subtemas en diferentes páginas y cada subtema está estructurado en pirámides invertidas verticales o páginas que aportan contexto o profundidad.
  10. El tamaño del artículo. Ni muy cortos ni muy largos. El autor debe pensar en los tiempos de lectura. Un artículo pequeño puede tener 600 palabras y se lo puede leer en 3 minutos. El plugin de Yoast de WordPress acota en que el artículo debe tener al menos esas 600 palabras. Los artículos largos quedan a criterio del autor. Mil palabras es considerado largo, pero también se puede utilizar niveles de pirámide para desagregar en subtemas en una misma página o en hipertexto. Pero, esa subdivisión también debe ser inteligente; un subtema no puede tener menos de 600 palabras. En el cuerpo también se pueden hacer listas para la mejor comprensión del lector.
  11. El tamaño de las frases y párrafos (bonus). Las frases no deben pasar las 30 palabras. Incluso Yoast sugiere que no tenga más de 20 palabras para mantener una buena legibilidad.
  12. El estilo del cuerpo (bonus). Se recomienda escritura directa y sucinta. Evite discursos largos y vaya a los hechos directamente. Utilice verbos directos, que denoten acción. Evite acciones en negativo, incluso trate de no titular con negativas, a menos que la noticia amerite: “El Presidente dijo que no habrá más impuestos en el 2017”. En este caso, el título es un parafraseo.

Pirámide invertida de segundo nivel

El uso de las características de la pirámide invertida se aplica en la construcción de un contenido no lineal. El lector puede recorrer un sitio web y detenerse en cualquier parte de la pantalla. En el caso de un texto, se puede construir una pirámide invertida de segundo nivel. El autor puede identificar un tema y subdividirlo con intertítulos. La clave es que deben estar en un mismo landingpage porque cada subtema tiene correlación con el otro. Se sugiere escribir un título, un sumario o entradilla y un cuerpo principal, respetando los consejos de redacción web. El mismo ejercicio debe realizarse con los subtemas.

Titulación SEO

El título es el hipervínculo al contenido. Un titular atractivo hará que el lector se interese por navegar dentro de la noticia, reportaje e incluso por el contenido multimedia. Un buen titular tiene que, literalmente, seducir al usuario y a los motores de búsqueda. Cada una de esas “seducciones” tiene sus propias técnicas; el autor deberá encontrar la fórmula para combinar esas técnicas hasta conseguir un título y el sumario adecuado para atraer a sus lectores.

El SEO (Search Engine Optimization) es un apoyo para los autores en la telaraña digital. No se trata de hacer trucos para engañar al usuario, todo lo contrario. El SEO, desde el punto de vista periodístico, permite encontrar palabras clave para que los textos tengan una vida prolongada en los buscadores y, por ende, generen tráfico al sitio web. Un texto escrito con una estrategia SEO puede ser encontrado en cualquier momento; en la próxima hora, en los próximos días, en años futuros.

El usuario busca contenido, independientemente de la marca o del nombre del periodista. De ahí, que es importante la ubicación en los primeros lugares de una búsqueda en Google, Yahoo o Bing. La carrera es entonces por ser lo suficientemente creativo para ser original y relevante, pero con los conocimientos (técnicos) necesarios para posicionar e indexar los contenidos en los motores de búsqueda.

La optimización de textos para buscadores está pensada para los textos, el diseño e incluso el código del sitio.

Foto: Pixabay – arte Marcos Vaca M.
  1. La redacción. Una buena recomendación es pensar en las palabras clave del contenido, incluso desde el momento de la planificación de la reportería. Sin embargo, también es aconsejable ponerse en los pies del lector haciéndose la pregunta: ¿cómo buscaría yo este texto en Google? ¿Qué palabras o frases usaría? La originalidad y relevancia ayudan mucho para el posicionamiento en los buscadores. Las palabras clave deben ubicarse estratégicamente del contenido; sin perder el rigor de una redacción periodística y el encanto narrativo.
  2. Las palabras claves. La forma más sencilla de descubrir una palabra clave es usando Google Trends. La herramienta permite determinar qué términos se pueden utilizar en un tema específico. Los keywords recurren a las mismas técnicas de una titulación web: el uso de las 5 W. Los nombres propios son siempre una buena idea de palabra clave; incluso por su popularidad. No obstante, las palabras clave también deben estar en el cuerpo de la nota e incluso en el contenido multimedia. De hecho, las palabras clave pueden estar al inicio de los párrafos para dar fuerza y para que Google las indexe.
  3. La categorización multimedia. Es importante ubicar etiquetas o tags a los contenidos (multimedia) para que los buscadores sepan de qué se trata el contenido y a la larga se puedan recuperar. En este mismo sentido es importante dar atribuciones ALT a las imágenes, es decir el nombre alternativo que se ve al poner el cursor sobre las imágenes. También, se debe dar el nombre (con una palabra clave) al archivo y obviamente al pie de foto. El proceso permite una correcta indexación del material gráfico. El correcto uso de la técnica ayuda a posicionar un artículo mediante un elemento multimedia. En el caso del video ocurre lo mismo: se debe ubicar etiquetas el momento de la subida del archivo a las plataformas de video (YouTube).
  4. La fuerza del contenido. Mientras más original es el contenido más relevancia puede tener en términos de SEO. Mientras más creativo es el contenido más relevante es para el lector. Un texto repetitivo pierde impacto e incluso no se indexa.
  5. El titular SEO. El consejo rápido es que el título sea corto, claro; que tenga solo un tema y libre de errores. Nuevamente, es importante pensar en las palabras que la gente utilizaría para armar un título y que estén al inicio. Se hacer el intento para titular con siete palabras. Esto ayuda a mejorar la densidad de palabras clave.
  6. Las palabras clave. Al responder las 6W, el autor puede encontrar palabras clave que a la vez pueden ser keyowords para SEO (Optimización de motores de búsqueda, por sus siglas en inglés) y la base de los títulos. Aún está en debate la densidad de uso para los motores de búsqueda. El uso de las palabras clave también ayuda a jerarquizar la información que puede utilizarse a lo largo de la estructura descendente y/o los subtemas interdependientes e independientes. Es importante aclarar que el uso de las palabras no significa repetirlas indiscriminadamente sin pensar en el lector. Se recomienda utilizar entre 5 y 10 palabras clave por contenido.
  7. Los subtítulos. Las palabras clave también deben estar en los subtítulos o entretítulos. La lógica para crear un subtítulo es la misma que se utiliza para escribir un título y, además, diferenciar del cuerpo con otro color de letra y tamaño de fuente.
  8. El link building. El texto enriquecido con enlaces o hipervínculos también da relevancia al contenido y su optimización en la búsqueda. Una recomendación es utilizar al menos cuatro enlaces a lo largo del texto. Los hipervínculos pueden ser a sitios externos o contenido interno. Google, por ejemplo, da relevancia a sitios que enlazan con otras webs mejor posicionadas.
  9.  Los párrafos para SEO. Los textos deben mantener la premisa de ser cortos y concisos. Se sugiere que los párrafos tengan solo dos oraciones en un máximo de 140 caracteres cada una.
  10. La humanización. El máximo reto es que los contenidos se construyan para el lector, el ser humano; no para satisfacer a un algoritmo. La creatividad del periodista es primordial para hacer atractivo un texto con el uso de técnicas y estrategias SEO.
Foto: Pixabay – arte Marcos Vaca M.

Romper la uniformidad del texto

Atención a esta escena. Hay tensión entre un editor de un periódico (impreso) y un reportero. La intranquilidad se debe al tamaño de la nota que el primero destina en el diseño del impreso. “Quiero más espacio”, reclama el reportero. “Si quieres más espacio, trabaja en la NASA”, responde –en tono de broma- el editor. Ese tira y afloja no existe en la redacción para el digital. Sin embargo, aparece otro dilema; uno que debe pensarse desde la visión del lector. Puede ser que la audiencia no tenga el tiempo suficiente para leer todo el texto, por lo cual en UnosTres debemos encontrar la estrategia para no escribir más que lo necesario ni menos que lo suficiente.

Foto: Pixabay y Canva – arte Marcos Vaca M.
  1. Enumerar. Presenta ideas o conceptos consecutivamente. Los pensamientos deben guardar relación unos con otros. Ojo, no todo es numerable; el autor y su editor deben encontrar los temas susceptibles de esta técnica.
  2. La estructura de los listados. La construcción gramatical de las frases de los numerales debe ser similar. Esto ayudará a ser conciso y permite que el lector identifique y compare las ideas.
  3. Bienvenidas las negrillas. Escribir en negrillas palabras portadoras de información para definir el orden de los listados. Además, se las utiliza para diferenciar las preguntas en una entrevista y para destacar frases. Así, por ejemplo:
    Los árboles más bonitos del barrio crecen en la vereda izquierda de la calle Humboldt. Desde el 1 de marzo, el Municipio empezó un proceso de arreglo de jardines en la zona.
  4. La cantidad de ítems. Se recomienda redactar entre cinco y nueve numerales para evitar que el usuario se canse.
  5. Los números. Solo deben colocarse en caso de sugerir un orden cronológico o una lectura lineal. Cada ítem de un listado debe entenderse individualmente y que pueden ser enlaces a otros niveles de información (en las cuales el lector puede profundizar).
  6. Las palabras de inicio. Al igual que las técnicas para la construcción de párrafos, las oraciones deben llevar al comienzo términos gancho para captar la atención del lector. Estas palabras deben ser portadoras de información e incluso de acción.
  7. Los enlaces. Siempre se debe diferenciar a los enlaces, al hipertexto, del resto de palabras de la redacción. Regularmente, el administrador de contenido señala automáticamente un link con otro color de letra (muchas veces azul). Las palabras deben ser una referencia hipertextual, es decir, que al hacer clic el usuario debe saber exactamente a dónde va y esa palabra debe ser una invitación “elegante” para que vaya a un documento que puede enriquecer su lectura. En ese mismo sentido, los enlaces sirven para profundizar en definiciones que no necesariamente deben escribirse en el mismo texto.
    7.1. No exagerar. Los enlaces no deben saturar un texto. La lectura se ensucia cuando se llena de enlaces, solo se deben colocar los que realmente enriquecen o contextualizan el texto principal. De hecho, incluso no se deben repetir ‘links’. Evita también que la extensión de los anclajes no sea larga, a menos que sea necesarios. Se sugiere utilizar cuatro enlaces.7.2. Evita confundir. El usuario, al leer la palabra de enlace, debe saber a dónde irá. Se recomienda que sea dirigido a la nota exacta que sugiere la palabra de anclaje, que puede ser el verbo de dicción.

    7.3. El lector es inteligente. El lector no necesita que le digas qué hacer. No escribas anclajes de acción como “pulsa aquí o revisa aquí”. Sé creativo en la redacción para que el usuario sepa qué hacer y a dónde irá.

    7.4. Las distracciones. Es preferible ubicar los enlaces al final de las oraciones, cláusulas y párrafos. ¿Por qué? Si ubicamos al inicio, el lector pensará que en ‘link’ es más importante que lo que el autor escribió. Asimismo, si el enlace está al final; el usuario ya habrá decidido si con la información que recibió quiere o no ir al enlace.

    7.5. Los documentos. El autor debe proporcionar la información suficiente sobre qué tipo de archivo encontrará el usuario al hacer ‘clic’. Así, por ejemplo, tiene que estar claro que el enlace irá a un PDF o Mp3 y, además, se debe explicitar el tamaño del archivo. La misma idea se aplica cuando se remitirá a un correo electrónico. El usuario no debe ser sorprendido.

  8. El ‘yoismo’. Está bien anclar contenidos propios del sitio (o del mismo autor). Sin embargo, trata de no utilizar muchos anclajes del mismo sitio o del mismo periodista.
  9. El trabajo multimedia. El discurso se enriquece con elementos multimedia. El lector puede tener otras alternativas narrativas para contextualizar su lectura. El video, el audio, las fotogalerías son parte de un recorrido no lineal del lector.  Un elemento multimedia puede ser el anclaje para que el usuario entienda el tema y se interese por otra entrada narrativa.
  10. La autonomía de un párrafo. Los párrafos cortos en la web ayudan a romper la uniformidad del texto. A los ojos del lector atraen la atención. Sin embargo, el autor tiene que estructurar esos párrafos cortos de tal manera que sean entendibles, es decir cada párrafo debe ser una unidad de pensamiento.