Desirée Yépez
Cuando Marina debió decidir a qué dedicarse el resto de su vida, el porno le pareció una buena idea. No lo hizo por necesidad, sino porque le gustó la idea de ser trabajadora sexual, al terminar sus estudios de Bellas Artes en la Universidad Europea de Madrid. Tenía 19 años el momento en que se bautizó como Amarna Miller.
Desde entonces, trabaja para productoras de cine ‘comercial’, convencional o ‘mainstream’. Su imagen también la presta para propuestas más alternativas, de ‘autor’ y también denominadas feministas. Su consigna es abrir el abanico, aportar otras visiones en el momento de representar sexo explícito.
La actriz porno más famosa de España
La madrileña de 1,63 m de estatura, tez pálida, ojos azules, senos y trasero naturales es considerada -por varios medios internacionales (El País, Interviú)- como “la actriz porno más famosa de España”. Su nombre está en todas partes. Graba videoclips para bandas de rock, anuncios para marcas de moda; promociona citas eróticas; prologa libros; dirige y participa en política dando charlas sobre feminismo y cine porno.
En septiembre de 2016, esta mujer de mirada fija y voz chillona le increpó a España por ser un “país hipócrita, donde la misma gente que me llama puta se pajea con mis videos. Un país que ama la vida pero permite que se mate en nombre del hambre”. Lo hizo a través de un video de 1:30 minutos, dirigido por Carles Valdés. El material denominado ‘Patria’ fue una invitación al Salón Erótico de Barcelona, un ‘festival’ de espectáculos porno y shows de sexo en vivo que se celebró en octubre en la ciudad española.
Este ‘bicho raro’’ se impone en una industria en donde los estereotipos y los estándares de belleza predominan. No tiene cirugías; desde hace dos años filma sin depilarse las piernas y desde hace uno el pubis. Su reto para este 2017 es que la contraten sin quitarse el pelo de las axilas. “Parece que es una chorrada (tontería), pero ser una actriz ‘mainstream’ dando estos pasos, ayuda a replantearse modelos establecidos”.
Su trabajo como actriz porno no la convierte en ninfómana
Ser trabajadora sexual no la convierte en ninfómana ni en una persona sedienta de sexo. Para la ganadora del premio Ninfa a Mejor actriz del año (2014), la monogamia no es la única opción para mantener relaciones ‘románticas’. Ella no la practica, prefiere el poliamor y dice que lo haría aunque no fuera actriz.
Además de ‘follar’, a Amarla Miller le encanta leer y escribir. El apellido en su seudónimo responde a su gusto por Henry Miller, el novelista estadounidense que se caracterizó por un tono crudo, sensual y sin tapujos en la escritura. Igual lo hace ella cuando redacta crónicas para revistas españolas. Sus relatos narran su vida que consiste en viajar constantemente, aunque desde 2015 está radicada en Los Ángeles (EE.UU.). También habla de cultura y actualidad. Es militante del partido español Podemos y tiene un canal en YouTube donde aborda cuestiones ecológicas…
