Las gestoras quieren mantener su trabajo de reciclaje en el barrio. Les preocupa —inicialmente— que el proyecto de Reciveci y la Universidad San Francisco les reduzca la posibilidad de efectuar la recolección de desechos con propósitos de reuso.
Lucía Salazar, de la organización Reciveci, aclara que al firmar un convenio mantienen la seguridad jurídica y pueden garantizar los derechos para las recicladoras. Asimismo, el compromiso de los administradores de los edificios.
La intención de este proyecto es promover en el barrio el reciclaje inclusivo e informar sobre la importancia de separar los residuos aprovechables desde la fuente. La segunda fase es la visibilización de la labor de los gestores o recicladores.
Sofía Andrade, estudiante de Ingeniería Ambiental de la Universidad San Francisco, explica que desde que se firmó el acuerdo (enero 2018) realizaron un proceso para identificar a las gestoras en la avenida González Suárez. En total son seis personas, según Andrade.
El plan piloto se ejecutará en ocho edificios. En la propuesta, las recicladoras serán asignadas a un edificio
este plan les permitirá, entre otras cosas, recibir los desechos separados de estos edificios. “Fue un poco difícil porque no estaban tan abiertos a que les permitan entrar a los edificios y para eso es este convenio, para que una vez que se separe se asegure que les van a entregar los residuos”, explicó Andrade.
El proyecto es una iniciativa ciudadana sin fines de lucro, donde no está involucrado el Municipio de Quito.