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Gabriela Alemán ‘hizo escala’ por aquí

Ricardo Segreda quiere que el mundo conozca y disfrute la literatura ecuatoriana. Desde 2014, reúne mensualmente a extranjeros en un departamento en la González Suárez para descubrir a autores y relatos de la ‘mitad del mundo’. Además, desarrolló una página web, Ecuador Fiction, en donde compila información histórica y reseñas literarias. 

El sábado 28 de abril, la protagonista fue Gabriela Alemán. La autora de ‘Body Time’, ‘Poso Wells’, ‘La muerte silba un blues’ o ‘Humo’ se dedicó a hablar de su obra, sus intereses y sus pasiones durante aproximadamente dos horas ante un auditorio que celebraba su calidad narrativa, sus historias, su tono, su humor… Todo eso que la hace una de las escritoras más potentes no solo de Ecuador, sino de la región. 

Está aprendiendo cómo ser escritora

Hay que saber que en 2007, la ecuatoriana fue escogida como una de los 39 autores menores de 39 años más importantes de América Latina. Sí, junto a Jorge Volpi o Santiago Roncagliolo. Y a pesar de los premios y reconocimientos ‘rimbombantes’, ella es sencilla e, incluso, tímida. “I’m learning how to be a writer (estoy aprendiendo cómo ser escritora)”, dice mientras cierra los ojos, los abre, invoca sus recuerdos, mira a su alrededor, hacia el techo y bebe agua.

La conversación del último sábado de abril se dio en inglés. Gabriela debía ‘contarse’, ‘narrarse’ ante una mayoría de asistentes angloparlantes, foráneos, y absolutamente absorbidos por sus anécdotas, relatos y personajes. Cuando era niña, ella soñaba con trabajar en una librería que no tuviera clientes para poder leer. Lo suyo con las letras es un vínculo de larga data.

“Mi hermano es el culpable de todo”, responde cuando le preguntan cómo nació su pasión por la literatura. Álvaro Alemán hoy es uno de sus socios en El Fakir, una casa editorial que publica obras ecuatorianas en versión digital e impresa; pero también es el personaje que en la infancia la acercó a la ficción con ‘Drácula’, de Bram Stoker; o ‘Frankenstein’, de Mary Shelley. 

Ahora, a sus 49 años, ha firmado aproximadamente 14 obras, entre cuento, novela, crónica y ensayo. Intentar definir su escritura es complicado. Cada una de sus novelas o cuentos son un cúmulo de sensaciones y emociones atravesadas por distintos lugares y miradas. Y fue eso lo que motivó a Ricardo a invitarla al encuentro con otros lectores que se encantaron con sus letras.

La fotografía final con los invitados a la charla. Foto: Marcos Vaca

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Escrito por Desirée Yépez

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