La González Suárez es uno de los primeros barrios quiteños en donde se inició la ‘vida en vertical’. En esta zona, hace unos 45 años, se pasó de la construcción de casas a la de edificios, con una visión de modernidad. Es decir, la mayoría de viviendas tiene entre 20 y 30 años y las remodelaciones están en boga.
Simón Ordóñez se dedica al diseño de muebles, vive en la González hace algunos años y ha asumido la remodelación de varios departamentos en el área que se caracterizan por una particularidad: son grandes (más de 150 m2) y cuentan con una vista privilegiada sobre la ciudad y el valle, siendo esta uno de sus mayores atractivos.
La propuesta de arquitectura interior es abrir los espacios
La mayoría de departamentos antiguos de la González se construía con el concepto de habitaciones cerradas. Ahora la apuesta, por ejemplo, es tener cocinas abiertas, sencillas, de líneas rectas… alejarse de la idea de ese sitio como ‘íntimo’, recargado, y convertirlo en un lugar de interacción.
Hoy también se rescata el uso de materiales naturales, tradicionales, como piedra, cemento y metales vistos, madera; una tendencia que puede observarse en ciudades europeas. Pero, hay quienes se decantan por el minimalismo, espacios más fríos, blancos y planos.
En la decoración, los objetos cuentan con un componente estético fundamental. Y esto se aprecia también en los locales comerciales de la González: hay diseñadores para almacenes, restaurantes, cafeterías, vitrinas. En este barrio prima una característica: hay una preocupación porque las cosas se vean bien.
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