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Vivamos la cuarentena con libros

Recomendaciones para la cuarentena Emmanuel Carrère y Jorge Ortiz
Recomendaciones literarias para la cuarentena

En la segunda semana de cuarentena (hoy es 28 de marzo del 2020) por el coronavirus comentaremos dos libros: uno internacional, que contiene tres novelas, y uno nacional, cuyo autor además vive en este barrio, Jorge Ortiz que, en realidad, contribuye con su última obra a que tengamos el mundo a nuestra disposición, en 293 páginas y en más de 80 relatos escritos con rigurosidad histórica.


Comencemos entonces por un escritor francés, considerado en la actualidad entre los mejores de la literatura universal: Emmanuel Carrère. Anagrama Compendium editó, en un solo volumen, tres novelas; la primera es El adversario, la segunda Una novela rusa y cierra con De vidas ajenas.

La tendencia de la mayoría de lectores es generalizada en cuanto a la comparación cuando se lee una u otra novela del mismo autor. La experiencia personal es que, en el caso de Carrère, es un error leer cualquiera de sus novelas después de haber leído Limónov, una obra monumental sobre un personaje ruso irreverente, a ratos demente, y siempre cuestionador de los sistemas políticos que no respetan la libertad.

Tal vez porque su abuelo fue ruso, los temas de ese país y sus alrededores son recurrentes en las obras de Carrère, cuya característica, muy original, es que investiga antes de escribir sus libros y porque también se convierte en un personaje de sus obras. Una novela rusa es precisamente una investigación sobre un húngaro desventurado que fue capturado al final de la Segunda Guerra Mundial y llevado a un pueblo recóndito de la entonces Unión Soviética.

El francés se fascina por la historia y sale en busca del personaje, no solo con la idea de escribir una novela, sino también un documental y se instala en el pueblo, pero primero perfecciona el idioma ruso, vive a lo ruso, bebe vodka como ruso. ¿Pero se encuentra con el personaje? ¿Llega a conocer su verdadera historia de más de medio siglo recluido sin que el personaje haya aprendido nada de ruso? ¿Por qué nunca nadie se interesó en denunciar la existencia de un ex soldado en un país que no era el suyo?

Son muchas preguntas que quedan planteadas y por eso es mucho mejor leer la novela porque ocurren muchas sorpresas. Antes de esta novela Carrère había escrito El adversario, que le llevó siete años de investigar informes, documentos y de entrevistar a los personajes para escribir una novela escalofriante que, según algunos críticos, tiene los mismos niveles de sadismo que A sangre fría, de Truman Capote.

Es también una historia de la vida real de un supuesto médico que decía trabajar para la Organización Mundial de la Salud, que asesina a su esposa y a sus dos hijos, también a sus padres y tal como la novela de Capote “a sangre fría” y al parecer sin el más mínimo pudor. La tercera novela del libro de Anagrama, De vidas ajenas, está reservada para el final de la cuarentena.



Entonces, vamos ahora con El viejo ermitaño y otros relatos de la historia, editado por Dinediciones, presentado por Jorge en plena epidemia del coronavirus y muy pocos días antes de que se declarara la cuarentena.

La historia siempre ha sido una materia densa, repleta de fechas y citas, sin embargo, como la cuenta el escritor y periodista, resulta fácil de entender y no tenemos necesidad de recurrir a enciclopedias o a las cansinas búsquedas por Internet.

Es un libro tan bien editado que se puede leer desde la mitad o desde el comienzo, incluso desde las últimas páginas. Es que hay historias desde antes de la era cristiana hasta otras tan contemporáneas como mayo de 1968, cuando la juventud francesa se reveló contra el sistema bajo el lema “prohibido prohibir”, un año que recuerda masacres como en la plaza de Tlatelolco, México, y todas las consecuencias de la Guerra Fría de esas décadas.

La masacre en la plaza de Tiananmen, anécdotas de piratas, de tesoros escondidos, guerras, hazañas, el libro que escribió el diablo, la flota naviera más grande del mundo que fue enviada a pique sin entrar en una guerra, el papel de los Romanov en la historia rusa; lo cual lleva a Jorge a narrar con bastante lucidez la anécdota del viejo ermitaño.

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