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Dibujos que borran cicatrices

Juells tiene 28 años y desde que tiene 13 no usa camisetas ni blusas de manga cortas. Con la ropa escondía las huellas de autolesiones que no podía disimular en su piel. “Tenía los brazos llenos de marcas de heridas que ella se había hecho”, cuenta Celeste Vera, la española que le dio un giro a la historia.   

Celeste tiene 22 años y dibuja desde que tiene “uso de la memoria. Entrar en el mundo del tatuaje era dar un paso más allá”. Tatúa desde hace cuatro años  y este verano viajó a Swansea, Gales (Reino Unido) para trabajar durante las vacaciones en el en el Swansea Tattoo Lab. El pasado 26 de julio del 2017 la vida reunió a Juells y Celeste en el estudio.

La británica, recomendada por amigos de la zona, llegó hasta el ‘Tattoo Lab‘ a preguntar sobre la posibilidad de pintar sus cicatrices en color carne, pero la tatuadora supo convencerla de que no iba a funcionar. Entonces revisaron juntas distintos ejemplos en internet, pero al final eligieron elementos que fueran significativos para Juells. “El dibujo fue ajustándose a las heridas que tenía para disimularlas. La parte exterior del libro nos llevó cerca de tres horas, y otras tres para la cara interior del diamante”, explica Celeste a UNOSTRES.

Esa era su primera vez tatuando sobre autolesiones. La española reconoce que, en algunos casos -dependiendo del relieve y forma-, tatuar cicatrices tiene más complicaciones, “pero es parte de nuestro trabajo estar preparados para cualquier anomalía de este tipo”. Y el resultado conmovió al mundo, gracias al poder de las redes sociales.

Celeste publicó una foto del antes y el después del brazo de Juells en su cuenta de Twitter. La imagen va acompañada del texto “Hoy he tatuado cicatrices de autolesiones. La pobre llevaba 10 años en manga larga, mañana reparamos la zona interior”. El tuit hasta julio del 2017 tiene 13 mil retuits, 44 mil ‘Me gusta’ y 293 comentarios.

 

Para la tatuadora, las autolesiones son un tema sensible en las redes sociales, ya que hay mucha más gente de la que pensamos afectada por graves problemas psicológicos. “Una historia de superación como esta creo que ha tenido tanta repercusión por el mensaje positivo y de cambio que transmite”, dice.  

De hecho, uno de los siguientes trabajos que Celeste publicó tras conocerse la historia de la galesa, fue la de una mujer que optó por un dibujo para cubrir una marca en su vientre.  “Hay que esperar dos años para que una cicatriz cure bien, a partir de entonces se puede tatuar. En casos algo complejos recomiendo siempre pedir la aprobación del médico antes”, concluye. 

Su trabajo se puede seguir en su cuenta de Instagram.

 

 

 

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Escrito por Unos Tres

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