in

¿Es la Zona 30 la solución a la inseguridad vial?

En la av. González Suárez se aplica la Zona 30 frente al colegio La Inmaculada. Foto: UnosTres

Menos velocidad de circulación más seguridad en la avenida González Suárez. Esa es la idea primordial del proyecto ‘Zona 30‘, que se quiere aplicar en la principal arteria del barrio.

Los residentes creen que la ejecución de la propuesta dará, entre otras cosas, seguridad a los peatones. La propuesta apunta a que los conductores tengan un límite máximo de velocidad de hasta 30 kilómetros por hora. Ahora mismo, en marzo del 2018, los automotores sobrepasan los 50 km/h

José María Lasso vive en la avenida Coruña, muy cerca de la intersección de esta avenida con la González Suárez y ha atestiguado muchos accidentes. “En el redondel de Churchill han habido muchos accidentes porque vienen con exceso de velocidad y no calculan o no saben que ahí termina la recta. Cuando se implemente la zona 30, esos accidentes ya no deberían ocurrir”, sentencia.

Cinco cruces son los de más cuidado

En el redondel Churchill existe señalización vertical y horizontal para reducir la velocidad. Foto: UnosTres

La plaza Churchill está en la cabecera norte de la avenida; para muchos es una de las zonas más conflictivas para cruzar a pie. En el lugar está señalizado el paso cebra y existen unas bandas transversales de alerta (BTA) para que el conductor se vea obligado a reducir la velocidad; no ocurre constantemente.

La vida del transeúnte es más compleja en el cruce de la González y Bejarano. En ese punto una persona puede demorarse hasta 10 minutos en atravesar de una vereda a otra. “Durante las horas pico hasta más”, recalca Víctor Monserrat, una persona de 77 años que trabaja en el barrio desde hace 8. En las calles pequeñas no ocurre tanto el problema, asegura, solo en la avenida principal. Agradece cuando un conductor le cede el paso.

Víctor Monserrat, un transeúnte, agradece cuando un conductor cede el paso. Foto: Grabiela Vivanco/UnosTres

Imposible es la palabra más común que usan los peatones en el redondel Lincoln. Los conductores que llegan a la glorieta desde el sur regularmente no se detienen. En las horas pico y si va a pie, es mejor evitar este sitio. Las horas pico van de 07:00 a 09:00 y desde las 16:30 a las 19:30 en ambos sentidos.

Las quejas de los transeúntes también apuntan a los cruces de la González Suárez y Gonnessiat y a la altura del edificio Atrium (en el lugar hay cuatro locales comerciales de comida y panadería). En esos lugares no existe pasos cebras.

Participa en esta encuesta

[socialpoll id=”2491682″]

La ‘Zona 30’ tiene un antecedente 

Tres mil vehículos circulan por hora en ambos sentidos. “La avenida se convirtió en una arteria de paso entre el norte y el sur y viceversa”, explica Karina Gallegos, experta en movilidad y defensora de los derechos del peatón (además de moradora del lugar). Ella considera que se debe analizar bien el proyecto de la ‘Zona 30’.

Esta propuesta ya fue aplicada en el barrio Quito Tenis y con buenos resultados. Pero, Gallegos sostiene que las características de ambos lugares son diferentes. “Allá no hay una carga vehicular como aquí, el Quito Tenis no es una zona de paso”.

Pasos peatonales a nivel de vereda están en la propuesta. Estos dispositivos obligan al conductor a reducir la velocidad y los transeúntes, madres con coches de bebé y personas con discapacidad pueden cruzar tranquilamente. En Quito, en el mismo Quito Tenis, en la Foch o en la zona del Aeropuerto de Tababela ya se han instalado. En el mundo existen incluso propuestas de pasos peatonales elevados inteligentes.

Para la González Suárez está anunciado que se instalarán seis pasos peatonales de este tipo. La Empresa Pública Metropolitana de  Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) no ha dado una fecha exacta para la ejecución de estas obras, que son parte de la ‘Zona 30’. La instalación de estos dispositivos, según el Comité de Convivencia y Seguridad Ciudadana de la av. González Suárez, está prevista en puntos como la Plaza Churchill, Gonnessiat, Bejarano y a la altura de el Colegio La Inmaculada.

El control para que funcione la ‘Zona 30’

El exceso de velocidad es una queja diaria. La Agencia Metropolitana de Tránsito (ATM) patrulla la avenida, pero hacen falta más mecanismos de vigilancia. “La velocidad en el barrio solo podrá ser controlada por medio de radares, y la implementación de la Zona 30”, insiste Verónica Murgueytio, coordinadora del Comité.

La AMT, asegura, puede sancionar infracciones una vez que la señalética horizontal y vertical esté ubicada en el perímetro y esa tarea es de la Epmmop. Los agentes de tránsito vigilan a diario la avenida, pero solo son mecanismos preventivos.

¿Por qué tanta preocupación?

El Comité de Convivencia y Seguridad Ciudadana asegura que más del 65% de las personas que viven en los edificios cercanos a la avenida tiene más de 55 años. Los adultos mayores suelen salir a caminar, pero ni las veredas ni el parterre, ahora mismo, tienen rampas de acceso. Los pasos cebra son poco respetados y solo hay dos intersecciones semaforizadas.

[socialpoll id=”2493208″ path=”/polls/2493208″ width=”840″]

¿Qué opinas?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Escrito por Marcos Vaca

¿Cuánto ha crecido la tendencia de los co-workings en el mundo?

José Ignacio Quintana quería vivir en ‘Ciudad Gótica’ y llegó a la González