Salomé Mediavilla
Por Salomé Mediavilla, estudiante de la Universidad Tecnológica Equinoccial
La música de banda de pueblo comenzó a sonar al mediodía. La González inauguraba así su festividad. Somos Barrio cumplió un objetivo más de su autogestión, por primera vez se organizó una celebración a propósito de la Fundación de Quito.
¡Viva Quito! se leía en una de las carpas como si fuera el título del sentimiento de todos los asistente. Un grupo de moradores trajo comida. Otros llegaron con sus familias. Unos tantos se dedicaron al 40 y otras vecinas al bailoterapia.
Los niños estaban encantados con el pequeño taller de arte y con los juegos tradicionales. Al ver la felicidad de sus hijos, una madre expresó: “Ahora sí, los niños pueden disfrutar de toda la calle”. Y era verdad, había un sentimiento de libertad al punto que los pequeños correteaban en sus bicis.
Las actividades de la celebración
La idea era que las personas se diviertan. “Ese era el propósito de los voluntarios de Somos Barrio”, aseguró María Pérez, una de las organizadoras.
Y así fue. La bailoterapia fue muy concurrida. Los vecinos del 40 la pasaron bien, aunque se perdieron de participar en otras actividades. Sobre el asfalto se pintó con tiza la rayuela. Otra vez los niños jugaron con libertad.
La organización del evento
Somos Barrio encabezó la celebración. Los voluntarios lucieron los chalecos que les identifica con su agrupación. El 2 de diciembre, al día siguiente de la fiesta, recibieron todos los aplausos.
Lograron que un tramo de la avenida se cierre para el entretenimiento de los vecinos. Incentivaron a que los residentes compartan comida en la pambamesa y que las actividades se cumplan a la altura de las expectativas.
El reconocimiento máximo se dio cuando los vecinos se dieron cuenta que la vía quedó limpia ??. La lluvia obligó a que la celebración terminara antes.
La música en vivo se mudó para el Ananké. Así fue la primera fiesta en honor a Quito en la González Suárez.
