Unos Tres
En la González Suárez se inauguró una nueva librería. Un libro siempre es un buen regalo. UNOSTRES les propone una serie de títulos que pueden convertirse en una opción para los lectores apasionados del barrio.
Se puede comenzar por los libros nacionales que consolidaron a dos ecuatorianas, especialmente en España: Mónica Ojeda (Mandíbula) y María Fernanda Ampuero (Pelea de gallos).
En el ámbito de la novela está la publicación de Óscar Vela (Ahora que cae la niebla), una historia inédita sobre el papel que cumplió el diplomático cuencano Manuel Antonio Muñoz Borrero para salvar a miles de judíos del holocausto.
El 2019 fue un año para Leonardo Valencia (La escalera de bramante) que según el escritor Carlos Arcos, es una novela titánica, iluminada, que marca un hito en la literatura nacional. Y fue el año de Salvador Izquierdo (El nuevo Zaldumbide) y de Ernesto Carrión (Incendiamos las yeguas en la madrugada).
Juan Ortiz escribió el año pasado Y líbranos del mal, sobre el asesinato del obispo José Ignacio Checa y Barba; en tanto que el historiador Enrique Ayala Mora publicó El poder y la muerte, la trágica historia que acompañó a personajes como García Moreno o Eloy Alfaro.
Algo curioso en este año que finaliza es que Netflix estrenó la serie Bolívar, un total de 60 capítulos que obligó a muchos lectores acuciosos a profundizar en la vida del Libertador y en la de la Libertadora, la quiteña Manuela Sáenz o Manuelita como siempre la mencionaba Simón Bolívar.
Y en medio de tanta literatura apareció esa gran novela del colombiano Jaime Manrique (Nuestras vidas son los ríos), en la que aparece Manuelita en primera persona, al igual que sus sirvientes Jonatás y Nathán, que narran los momentos más esplendorosos de la guerra por la independencia y termina con los últimos años de la quiteña en su triste destierro en Paita, norte de Perú.
Los libros que vienen del resto del mundo
En el ámbito de la literatura mundial, los grandes también salieron a las librerías con obras muy importantes, comenzando por Vargas Llosa (Tiempos recios), que cuenta una de las tragedias de América Latina promovida por el imperio: el derrocamiento del presidente Jacobo Árbenz en una Guatemala convulsionada y en la misma época del reinado de Leónidas Trujillo en República Dominicana y que también fuera narrada hace dos décadas (La fiesta del chivo) por el premio Nobel peruano.
En España, Arturo Pérez-Reverte (Sidi) dejó de lado su serie sobre Falcó y en esta nueva novela y con gran maestría muestra algunas batallas ocurridas durante la ocupación de los moros en el país ibérico. También en España, el periodista David Jiménez (El director) reveló muchos secretos sobre la relación de la prensa con el poder político y económico.
Y en París, el escritor más irreverente de la actualidad, Michel Houellebecq, publicó Serotonina, con la misma fuerza narrativa que Sumisión, pero lejos de las Partículas elementales que para muchos lectores es lo más fuerte e intenso escrito por el francés.
Isabel Allende, que escribe desde San Francisco, publicó Largo pétalo de mar, que cuenta la historia de miles de catalanes que huyeron de la guerra civil en España para radicarse en el sur del continente.
Javier Cercas, muy conocido por Soldados de Salamina, incursionó en 2019 con Terra alta; y María Dueñas sacó a las estanterías de las librerías Las hijas del capitán.
Genial hubiese sido leer en el 2019 al menos un libro de los dos ganadores del Nóbel de Literatura: la polaca Olga Tokarczuk y el austríaco Peter Handke, pero ninguno llegó este año a las librerías locales. Lo que sí llegaron fueron las críticas a la Academia por haber ignorado que Handke fue un buen amigo del ex líder serbio Slodoban Milosevic, acusado de crímenes de lesa humanidad.
