in

Cinco días para amar la naturaleza

Es un ‘guagüero’. A Martín Caamaño le gustan los niños. Tiene una química especial con ellos. Esa es una de sus razones para organizar campamentos de aventura y naturaleza Martín Pescador.

“El objetivo es lograr que los guaguas tengan una conexión profunda con la naturaleza”, explica el creador de Martín Pescador. Durante cinco días los pequeños se sumergen en la más prístina naturaleza dentro de la reserva ecológica País Tropical, la cual protege una parte del  bosque del Chocó andino.

El espacio está en el noroccidente de Pichincha, cerca del poblado de Pachijal. Es una zona rica en biodiversidad. Los dueños le han dado el nombre de Reserva Ecológica Privada País Tropical.

Es un paradisíaco lugar para ser descubierto por los niños. El lema de Martín Pescador es: “Diviértete con la naturaleza mientras aprendes a amarla”. Y para lograr este lema, están organizadas actividades que Martín las califica de hermosas y llenas de aventura. “Los muchachos captan más rápido la conciencia ambiental y en el futuro es muy posible que se conviertan en gestores de la sostenibilidad”.

Las razones para la aventura con Martín Pescador
  • Avistamiento de aves, acompañados por guías certificados. Hay ornitólogos que vienen y, además de ser buenos en lo que hacen, son ‘guagüeros’. ¿Por qué ir a Pachijal a ver aves? Según Martín Caamaño, es una de las mejores regiones para observar aves en el mundo.
  • Expediciones por el bosque. Los niños hacen una interpretación del bosque, entienden, por ejemplo, la diferencia entre el primario y el secundario. Además, les explican las razones de los cultivos orgánicos.
  • Por la reserva cruzan cuatro ríos y se forman ocho cascadas. Los niños disfrutan del paisaje y las actividades.
  • Un amanecer espectacular. “Los guaguas no están acostumbrados a despertarse cuando aún es de noche”, explica Martín. Los pequeños se levantan desconcertados y a las 04:00 empieza la expedición a la parte más alta para ver el nacimiento del día. En ese lugar hacen una clase de yoga al amanecer.
  • Kayak en el río Pachijal. Toda la cuenca del río es declarada reserva. Es un río vivo, hay nutrias, peces y es muy seguro. Los pequeños reciben una introducción al deporte. El instructor da clases, explica Martín, muestra cómo subirse al kayak, remar, sentir el balanceo. “No son deportes extremos, no hay puenting ni rapel”.
  • Visita a una fábrica de chocolate artesanal. Los pequeños aprenderán todo el proceso para obtener el producto.
  • Permacultura, para Martín es importante enseñar a los niños a cultivar su propia comida.
¿Quiénes pueden participar en los campamentos de verano?

Todos los niños de entre 8 y 14 años. “Si una mamá me dice: tengo un niño de 7 y una hermana de 12, pues ambos pueden participar”, aclara Caamaño.

Los requisitos para embarcarse en esta aventura son mínimos: ropa vieja y cómoda. El clima es cálido en la zona, sobre los 20 grados centígrados. La humedad es mínima.

En cada campamento se pueden inscribir hasta 15 niños. Hay una relación de más o menos un adulto por cada tres o cuatro niños. Se incluye  seguro contra accidentes, alimentación (sana) de la región, snacks y guías certificados durante los cinco días de la aventura.

Los futuros campamentos serán del 6 al 10 de agosto y del  20 al 24 de agosto. Se puede llamar al 098 6847 714

 

[playbuzz-item item=”004f6c5d-aee2-4ded-9d93-98521ac955db” shares=”false” info=”false” wp-pb-id=”443130″]

¿Qué opinas?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Escrito por Unos Tres

Empoderarse del espacio público, una clave para la seguridad

Un grupo de árboles será reemplazado